sábado, 27 de abril de 2013

Mamá soñando: el colecho

Dormí con mi madre hasta los 14 años, y ahora a mis 30 lo recuerdo con añoranza. Empecé a hacerlo con 4 años, y me fui a mi cama cuando yo quise; dormía tranquila y relajada con mamá a mi lado. Nunca me obligó a dormir sola, ni hubo gritos, ni llantos durante la noche.

Ahora es mi hijo el que duerme con mi marido y conmigo cada noche. En un principio, decidimos que la cuna estaría pegada a mi lado de la cama y de esta forma tendríamos contacto físico y visual con el bebé. Finalmente, después de casi 6 meses, duerme directamente con nosotros en la cama, exceptuando las noches en las que si nos sentimos muy agotados, por su seguridad le dejamos en su cunita.

 Todas las tardes mi niño y yo nos echamos juntos la siestecita y es de los mejores momentos del día.

Soy total y absolutamente partidaria del colecho (prefiero cuna adosada a la cama en el caso de los recién nacidos, me resulta más segura); favorece la lactancia materna y al existir más despertares nocturnos, previene la muerte súbita del lactante. En las culturas en las que se practica el colecho seguro, como la asiática, hay mucha menos incidencia de este tipo de muerte. Además los bebés tienen rítmos respiratorios y cardiacos más estables y menos apneas que los que duermen lejos de sus padres. No olvidemos que además lloran mucho menos que los que duermen en cuartos separados.

Cuando el bebé duerme en la misma habitación, se siente acompañado y arropado por sus padres, y si hay que levantarse porque se ha caído el chupete o porque llora no hay que moverse casi,...basta con girarse en la cama y tienes a tu bebé a tu ladito.


En mi opinión, el hecho de dejar a un bebé en otra habitación, escucharle llorar y acudir X minutos a consolarle para luego volverle a abandonar, que el niño acabe durmiendo de puro cansancio y resignado a que su madre no acudirá a su llamada es antinatural. Cuando yo escucho a mi hijo salto de la cama, me pongo alerta y rápidamente le cojo, no consiento que sufra ni le dejo llorar. Si tumbándole a mi lado, abrazándole y meciéndole se calma, está claro cual era  su necesidad.

Nunca entenderé a los detractores del colecho,...por qué hay que forzar situaciones de soledad y tristeza?? Lo normal, lo humano es dormir con nuestros semejantes. Cualquiera que haya leído "Bésame mucho" de Carlos González puede encontrar la explicación antropológica a esta necesidad de todos los bebés. La necesidad de protección, de alimentación, de calor,....por qué negárselo???Qué quiere decir "enseñar a los niños a dormir?" Dormir es un acto fisiológico, placentero, relajante,....por qué convertirlo en una tortura para el bebé?? Sí, para el que no lo sepa, soy anti-Estivil; no me cansaré de gritar el daño que en mi opinión, ha hecho a los niños y a los padres.

No olvidemos tampoco que muchas familias lo practican, y por miedo a las críticas y los comentarios lo ocultan. Colechar no es malo, no tiene que ver con las clases sociales o con el tamaño de las casas sólo tiene que ver con los padres y la decisión de compartir con su bebé.


Eso sí, siempre siguiendo unas medidas de seguridad tales como:
- Colchón firme y liso.
- Evitar cojines y almohadones.
- No estar cansado de manera inusual que pueda hacerte perder la noción de la presencia del bebé.
- Ambos progenitores deben saber que el bebé está en la cama.
- El bebé no debe tener riesgo de caerse de la cama ni peligro de quedarse atrapado entre el colchón y la pared.
- Etc
En el siguiente enlace podéis encontrar las recomendaciones más importantes para un colecho seguro:
http://www.elrincondetumatrona.com/wp-content/uploads/2012/02/sharingbed_spanish1.pdf

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